Partimos de la idea de que la dislexia se refiere a dificultades en la adquisición del lenguaje, y por ello deriva en problemas de lectura y escritura. Podemos decir que la “dislexia”, es el efecto de una multiplicidad de causas que pueden seriarse entre dos polos; por una parte, los factores neurofisiológicos (que ralentiza la maduración del sistema nervioso) y por otra parte, conflictos psicógenos (provocados por presiones y tensiones en el ambiente en el que se desenvuelve el niño).
Tenemos un niño diagnosticado como disléxico que presenta los siguiente errores en lectoescritura:
LECTURA:
- Lee entre 50 ó 60 palabras por minuto. Esto quiere decir que va progresando pero muy lentamente.
- Quiere leer más deprisa de lo que puede y al leer la primera sílaba de una palabra dice cualquier palabra que empieza por esa sílaba. Esto le repercute a la hora de resolver problemas, de comprender una lectura y contestar preguntas relacionadas con esa lectura.
ESCRITURA:
- Comete menos errores en sustituciones de letras (dormir por tormir, parque por palque...) y en adiciones finales (beber por bebere).
- Debe corregir errores en omisiones e inversiones.
Omisiones: grande por gande; clavel por cavel, completa por co peta; después por despue; Madrid por madri; Para gue, gui, utiliza ge, gi.
- En cuanto a normas de ortografía, no hace uso de ellas, tan solo uso de mayúsculas pero en muy raras ocasiones como nombres propios y casi nunca después de punto e incluso copiando enunciados de actividades.
INTERVENCION:
1. Recapitulación inicial:
Se busca una definición conjunta del problema hablando con el niño y dejándole tomar partido en todo momento. Luego personalmente y sin el niño buscaremos en la teoría, datos y otros aspectos que nos interesen. Investigar sobre características individuales del niño con el que trabajamos es primordial. No todos son iguales ni viven en las mismas circunstancias. Al haber hablado con él nosotros sacaríamos nuestras primeras conclusiones, pero cautelosas, por supuesto, las ideas preconcebidas no nos ayudan nada.
También hay que recordar lo trabajado en la sesión anterior (estrategias que el niño ha aprendido)Y también debemos recapitular las palabras que trabajamos con él. Ésto le ayuda siempre, pues ve que no solo hablamos de lo que falta por lograr sino hay que ver lo que sabe hacer bien y ensalzarlo, pues es más importante lo que sabe hacer que lo que no, aunque nosotros trabajemos para superar "déficits"...
2. Meta:
Definición conjunta de una meta para la sesión. Por ejemplo practicar una estrategia aprendida y ver si cometemos menos errores. Ayudarle a que vea como suya la meta. Es importante que la meta sea pactada o incluso propuesta por el niño. Trabajar una meta para la sesión impuesta por el orientador quizá la haga poco significativa y atractiva para el niño.
3. Programa de instrucción (Unión de metas y medios):
Estrategias, específicas o generales. Prestar las ayudas que el niño necesite e ir retirándolas.
O se presentarán las estrategias o se recordarán de sesiones anteriores. Es bueno que el niño las diga con sus palabras y el profesor recapitule como si le resumiera lo que el ha dicho o le prafrasee su explicación. Así el niño recordará mejor las estrategias y las usará cuando no esté el orientador a su lado, que es lo que se pretende, dar estrategias al niño para que poco a poco sea capaz de ir solucionando, por sí mismo, sus dificultades.
4. Recapitulación final:
Recordar cuál era la meta de la sesión, cómo la hemos alcanzado, cómo nos ha ido, qué dificultades hemos tenido, qué trabajaremos en la próxima sesión. Ser explícitos en todo momento y dejar máxima participación al niño.
Puede que se una con el trabajo en la clase ordinaria. En mi opinión, todo lo que llevamos a cabo en nuestro trabajo debemos comentarlo con el profesor del grupo ordinario, y mantener una relación muy estrecha, contando todos las estrategias que se utilizan y los progresos que se van dando. Se supone que esto es algo normal y que debería ser inherente a nuestro trabajo pero por mi corta experiencia no siempre se trabaja en coordinación en los centros.
Algunas ideas para llevar a cabo esto serían:
-Pedirle que traiga el cuaderno de lengua de vez en cuando.
-Empezar a trabajar los errores más frecuentes. Hablar con la profesora tutor y con sus familiares para que no se fijen tanto en los demás errores (como ya he dicho antes).
-Cuaderno: dictados de palabras específicas para lo que se vaya a trabajar. Tener las listas de palabras a mano para que el niño se corrija a sí mismo. Jugar con las correciones para que no se haga tan sancionador, que no parezca un examen continuo de sus errores en escritura.
- Hablar con él frecuentemente sobre lo que trabajan en la clase de lengua y en el resto de clases para que no se desvincule.
- Hacer una libreta de las dudas: cuando piense u oiga una palabra en cualquier sitio o situación y no sepa cómo se escribe o qué significa la anota en la libreta. Si no sabe cómo se escribe puede hacer un dibujo, y luego preguntarnos a nosotros o a cualquier adulto que esté avisado de antemano de esta actividad.
PROGRAMA DE INTERVENCIÓN:
Errores más frecuentes / prioridad intervención:
- Omisiones de la “r” en sílabas trabadas.
- Omisiones de la “r” en sílabas mixtas e inversas.
- Omisiones de la m/n en sílabas mixtas e inversas.
- Omisiones de la “s” en sílabas mixtas e inversas.
- Omisiones de la “l” en sílabas trabadas.
- Omisiones de la “l” en sílabas mixtas e inversas.
- Omisiones en las vocales.
- Inversiones de la “r” el sílabas trabadas.
- Inversiones de la “r” en sílabas mixtas.
- Inversiones de la “s” en sílabas mixtas y naturales.
- Inversiones de la “m/n” en sílabas mixtas y naturales.
- Inversiones de la “l” en todo tipo de sílabas.
- Sustituciones de vocales (e/o, e/i...)
- Otras sustituciones (d/t, r/e...)
- Adiciones de la “s” sobretodo al final de palabra.
- Adiciones de vocales.
- Adiciones del resto de letras: “l”, “n”, “r”...
- Uniones y fragmentación de palabras.
Un ejemplo de una sesión resumida sería algo así.
Primero fijamos la meta, por ejemplo no olvidarnos de la “r” en sílabas trabadas, acordándonos de aplicar las estrategias aprendidas.
Se le dan las estrategias para abordar la dificultad que hemos pactado trabajar. Primero con nuestra ayuda y más tarde se van retirando ayudas. Al principio empezamos con contar sílabas, hacer cuadros, rayas, alargar sonidos, escribir palabras que conoce y hace correctamente para luego pasar a las más difíciles.
A continuación vamos retirando las ayudas: por ejemplo contar las sílabas y sólo dividir los cuadros de las sílabas difíciles; posteriormente alargar las sílabas difíciles y escribir...
El niño debe verbalizar las estrategias que va utilizando para así hacer que las interiorice mejor.
Seguidamente debemos hablar con su profesor-tutor para que use alguna vez lo que ha aprendido con nosotros, estrategias, actividades, juegos, etc.
También podemos hacer dictados de palabras en las que haya “r” en sílabas trabadas. Fijarnos también en los errores de este tipo que tiene en el cuaderno de clase. Cuando se vayan reduciendo los errores, cambiaremos a las omisiones de la “n”, “s”, “l”, vocales, etc.
Ejemplos:
- G(r)upos
- P(r)ofesora
- Palab(r)as.
- F(r)ase.
- F(r)uto.
- Encont(r)ar
- Neg(r)o.
- Ped(r)o
- Ent(r)e.